Oh Atón,
creador del universo, tú que eres el de los dos horizontes, el del Ankh en las
manos dándonos vida, dime por favor, oh Atón, ¿cuánto más hay en ti de Atum el
primigenio? Aker, aquel que mira al pasado y al futuro, me dice que has llovido
como nunca en el infinito desierto esculpido por el Nilo. Bethepet me muestra
el camino de la eternidad... ¿Cuánto fervor se acrecienta en quien hizo una
ciudad donde grabaste tu infinita presencia, oh Atón el de los dos horizontes?
Él constructor de tu ciudad llevó tu nombre en su apelativo en honor de la
esperanza desasida de toda negatividad... Yo he dirigido mi mirada al astro
luminoso que te representa y te he encontrado rojo, muy rojo, como el sol que
corona la testa inmaculada de Ra. ¿También tú, oh Atón, serás parido por la
diosa Uadyet? No sé por qué Uadyet está preñada de tu sol tan encendidamente
rojo cuando fervoroso la contemplo. ¿Será acaso que nos está indicando que tú,
oh Atón-Atum, eres del Bajo Egipto, de la ribera del Nilo deltónico? Tu furia,
oh Atón, se dirige fervientemente contra Amón, el del Alto Egipto, y reivindica
explícitamente a Ra, el de los dos horizontes, como Atum, como tú... Me he
sentado en la cima del Benben para verte llegar desde el Duat vestido de
papiro. Quiero, oh Atón, que renazcas cual Bennu en el eterno sol que hoy me
alumbra... Tus talatats fueron usados para otras construcciones después de
Akhenatón, tu dilecto hijo, es que ¿acaso hubo quienes querían preservar de esa
manera algo de ti para que vivieras más allá de la acción destructora de los
hijos de Amón…? Ya no comprendo nada de
lo que veo. Ya no veo nada de lo que miro. Ya no miro nada en mi ceguera
taciturna... Un día, sí un día, oh Atón, tu Sol eterno me dará vida a mí
también, y viviremos en aquel Akhetaton redivivo. Tú, oh Atón, estarás
esgrimiendo el Ureus con que enfrentarás a todo y a todos defendiéndonos. Entonces
yo renaceré cual Bennu tuyo... ¡Qué así sea!
jueves, 17 de septiembre de 2015
lunes, 24 de agosto de 2015
It is my life!
And what is that dark shadow I
can see outside the door of my bedroom? Who is that man that hides himself
inside the mirror that is in front of me? I am not that image I am seeing in
the mirror, I am not! Oh, I am not that madman that people are talking about, I
am not! I am only a simple white shadow that cannot look at my dark face that
is smiling about myself, that is about me as always it is. Yes, I accept that I
am, yes I am, only an poor old man that is eight hundred years now, and, I also
accept that my thoughts are flying over the waves of my own not unhidden sea… I
am not a wolf of the sea like my father was, I could not have been it at all
because he wished for me a different destiny, and I am different, but I am just
what he was.... Alas! I have lived so long time in this life that is not mine
but my other one's life that is myself... Now I am thinking of the birds I saw
flying over my childhood beach, and I am seeing them though I am far away from
all beaches I know -or do not know- because I am forever just a dreamer, don't you
know this perhaps…? Oh! I am feeling very blue because of this close persons
who are at my side and are speaking Chinese, I don't know why... maybe because
they are Chinese…? Oh! She is talking loud and my head is bothering me so much.
She is leaving her place now. The world is calmed again for me... People are
moving from this place to another place far away from here, it is annoying! I
need to see nothing, but I cannot close my eyes. I do not want to see these
people... Ah! I can close my eyes now, I can…! I am listening someone speaking
upon paradise, what kind of paradise…? She says we need to make good face to
life, why? Well, I agree… but I do not know where her paradise is... I need to
rest. I want to be in the one thousand mirrors room, and I wish to see my face
infinitely multiplied on many little shiny stars inside the mirrors. I need, oh
I badly need, to imagine my life afterlife. I am going to... I am crazy now! I
am locked in my own thoughts! I want to get out of here right now! Oh, all you
inexistent people that are not speaking with me, please leave me alone, I need
to get peace in my life. Better I go to hell, I will have peace there, maybe I
will… yes it could be better than this life of mine... Jajaja jajaja.
viernes, 31 de julio de 2015
Desillusionments...
He felt different in this kind of life he was living. He was
walking among the multitude. He did not know such a different kind of people
before his coming to this country. This country was still unknown for his eyes
because he had only had disillusionments, all his life was full of deceptions.
At that moment he only had sights for the town where he was born. His home town
was in his mind all the time. He felt unhappy. “I am not from this century”, he
was accustomed to say when he was a young student, and he continued saying it
when he was working in the same town where he studied. Now –in that pass moment
that were some years ago- he was living in another country, what could he say? He
thought upon this idea for one moment. He left of thinking in some other things
he had in mind. But then he said to himself: “I am not from this century, I am
not from this country, and I am not at all from this kind of life I am living
now.” He felt peaceful for a tiny moment. He looked at the people that were
walking around him. No one was looking at him, but he felt their eyes on him. “What
is happening to me? Am I crazy perhaps? They are not looking upon me. Each one
has his own problems… This is not who I am, I have always been a different
person, I am not who I am now.” He closed his eyes for a moment. He did not
want to think about anything. Kept moving. “Where I go now? What can I do? Nothing
is like I thought when I decided to come to this country. People talked me
something different to what I am living for making me to come here. This is not
the paradise people told me. Money does not fell down from trees. This is a
horrible hell. Were they my friends? All they are living a great falsehood.
They are only great pretenders. They are pretending that are happy and they are
not. I am also a great lie. I am a very great pretender, just like all of them.
I am buried in a life that is not mine. I want to go back to my home country. I
cannot. My family needs the money I am sending every month. I am an illegal
alien. I am suffering so much but my family thinks I am happy here. I cannot
say to them the truth… I am not free in
the land of freedom!” And I know that he is not the only one feeling that way…
Life is sometimes so different to our dreams…
martes, 21 de julio de 2015
¿Remembranzas?
“La soledad es buena para crear, pero peligrosa para
vivir. La nostalgia es conveniente para rememorar, pero no para sumergirse en
ella. Felizmente, siempre tienes a tu lado y contigo un libro” (Rosa
Avellaneda).
Remembrances?
“Solitude is good to create, but
live-threatening. Nostalgia
is convenient to recall, but not for immersing yourself fully in it. Happily,
you always have at your side and with you a book.” (Rosa Avellaneda).
martes, 14 de julio de 2015
Voy sumido en pensamientos que no conozco
He salido
de casa como siempre. Hoy no miro por dónde me llevan mis pasos cansinos. Voy
sumido en pensamientos que no conozco. Las calles por donde camino se esconden
al ritmo de mis pasos. Hay mucha soledad en los vaivenes del destino. Y en los
sueños aderezados con amor, se mueven venturosamente los dicterios de Afrodita…
Yo solamente quiero dejar atrás lo que no deseo llevar en mi morral. Aunque uno
no siempre deja detrás lo que no quiere llevar en el alma porque lo indeseado
permanece más allá de nuestros más caros deseos. Nadie está nunca tan limpio
como para lanzar la primera piedra. Y lo que uno puede al fin dejar atrás,
termina esperándonos más adelante… He mirado a mi alrededor y puedo contemplar los
rostros que me cruzan la espalda con fuetes pletóricos de dolor siempre vivo.
Nada hace que nos imaginemos las preocupaciones que cada uno de los caminantes
-que deambulan por estas calles llenas de gente a toda hora-, ha de llevar
consigo… Estoy en la biblioteca, todos están leyendo u ocupados con sus
computadoras y las que proporciona en forma gratuita la biblioteca. Aquí
encuentro la tranquilidad que no hallo en otros lugares. Me resulta curioso que
haya encontrado un refugio apropiado aquí, que está siempre lleno de gente. Quiero
estar aquí aunque traiga mi propio libro para leer (cosa que ya solía hacer en
Lima cuando estudiaba en San Marcos) o simplemente me ponga, como hora, a
escribir en mi computadora las ideas que me corretean sin cesar, sin darse a
conocer nítidamente. Me siento acompañado aunque no converse con nadie. En un
ambiente como éste cada uno está metido en sus propios asuntos, por eso todos
respetan mi soledad. Pasan las horas raudamente en este sitio. Camino por las calles de Queens rumiando mi
soledad… Los días se suceden alternando el sol y la lluvia. Mis ojos miran el
horizonte sin ver la recatafila de edificaciones que no me permiten apreciar la
belleza de mis propios sueños. No quiero encontrarme con mis propios recuerdos,
¿cuáles serán? Yo no lo sé a ciencia cierta. A veces los recuerdos nos sumergen
en realidades que impiden que comprendamos mejor el presente que nos toca vivir,
mientras los vivimos… Y sin embargo mis ojos están siempre llenos de una
nostalgia con la que no quiero encontrarme. Todos aquellos que hemos hablado
simplemente porque, en un momento determinado, tenemos la necesidad de hablar
con alguien, hemos callado en el mismo instante en que continuábamos sumidos en
el uso de la palabra. ¿Qué podríamos decir? No lo sé. Al ahogar la palabra, el
silencio se impone y el conocimiento se transforma en desconocimiento. Ante tal
situación, no queda más remedio que apechugar, si es que nuestro silencio nos
llevó más allá de lo que las sonoras expresiones de nuestra voz quisieron
llevarnos… Tengo miedo, me dijo mi otro yo cuando vio mi mirada perderse en el
laberinto interminable de las reflexiones mientras pensaba en la quietud que se
respiraba en el cuarto de los mil espejos donde sólo yo me acompañaba,
multiplicado en cada uno de esos inexistentes espejos que poblaban mi
imaginación cuales espejismos surgidos en el desierto campo donde las almas
llegan a cumplir sus rituales inaccesibles a individuos como yo, que me elevo
en la incomprensión de las sienes blanquecinas. Yo también tengo miedo, respondí
quedamente a no sé quién que me lo decía, sin darme cuenta que era yo mismo
quebrantado por esa sensación inquietante que suele desequilibrarnos en los
momentos menos oportunos… La incomprensión, me digo a mí mismo múltiples veces,
la incomprensión… ¡Qué importa ya lo que dijiste cuando no tenías que decir
nada! ¡Qué importa ya nada, nada!... Y la mirada seguía perdida en el laberinto
aquel del que no se puede salir porque tampoco se entró en momento alguno. ¿Cómo
estar sin estar en el preciso lugar e instante en que te encuentras ya en el
interior, sin saber por qué, sin comprender por qué?... Él -un muchacho
bastante joven-, estaba sentado al lado de su madre cuando llegó una señora que
caminaba ayudándose de un bastón. Todos los asientos estaban ocupados por
personas mayores. Y él no se paró, ni su madre le dijo nada. Uno de los
circunstantes se puso de pie para que la señora tomara asiento. Él y su madre
siguieron imperturbablemente sentados allí donde las sombras despiertan los más
oscuros presagios. Yo me perdí entre los claroscuros de las desesperadas horas
del ayer… Todo es presente en este futuro que nos toca vivir desde que estamos
aquí.
I'm immersed in thoughts that I don't know.
I left home as
usual. Today I do not look where carry me my tired steps. I'm immersed in
thoughts that I don't know. The streets where I am walking are hiding to the
rhythm of my footsteps. There is much loneliness in the vagaries of fate. And
in dreams with love, the abuse of Aphrodite moves happily... I just want to
leave behind what I don't want to carry in my backpack. Although one not always
leaves behind what does not want to take in the soul because the unwanted
remains beyond our most expensive wishes. Nobody is as clean as to throw the
first stone. And what one can finally leave behind, ends up waiting for us
later... I've looked at my around and live I can see the faces that cross my
back with eventful whips of pain always. Nothing makes imagine us concerns to
each one of the walkers - who roam these streets full of people at any time,
take with you... I'm in the library, all are reading or busy with computers
which provides for free the library. Here I find the tranquility that I don't
see in other places. I find curious that I have found an appropriate refuge
here, which is always full of people. I want to be here even if I bring my own
book to read (which already used to make when I was studying in San Marcos
University in Lima) or I simply put, such as time, to write the ideas that run
me endlessly, without giving away neatly in my computer. I feel accompanied but
do not talk with anyone. In an atmosphere as this no one is tucked into their
own affairs, all respects my solitude. They spend hours and are moving quickly in this bigger
city. I walk through the streets of Queens pondering my loneliness... The days are
a succession of alternating rain and Sun. My eyes look at the horizon without
seeing the all of those buildings that do not allow me to appreciate the beauty
of my own dreams. I don't want to find me with my own memories, what will be? I
don't know for sure. Sometimes memories immerse us in realities that prevent us
to better understand the present that we live, as we live them... And yet my
eyes are always filled with nostalgia that I don't find inside me. All those
who we've talked about simply because, at a certain moment, we need to talk to
someone, have become silent in the same instant that we continued in the use of
the word. What could we say? I don't know it. To choke the word, silence is
imposed and knowledge becomes ignorance. Faced with this situation, is not
obliged to take, if it is that our silence took us beyond what the sound
expressions of our voice wanted to take us... I am afraid, said me my other I
when he saw my eyes get lost in the labyrinth of endless reflections while
thinking in the stillness they breathed in the fourth thousand mirrors where I
was only accompanied by myself, multiplied in each of those non-existent
mirrors that populated my imagination which mirages in the desert camp where
souls come to meet their inaccessible to individuals like me rituals that I
raise in the misunderstanding of the white temples. I also have fear, I replied
quietly to I don't know who that told it me, without realizing that it was
myself broken by this unsettling sense that tends to unbalance us at the least
opportune moments... The misunderstanding, I say to myself multiple times,
misunderstanding... What matters and what you said when you didn't have to say
anything! What matters now nothing, nothing…! And the look was lost in the maze
we cannot leave because neither is entered at any time. How can be without
being in the precise place and instantly you are already inside, without
knowing why, without understanding why…? The young boy was sat beside his
mother when entered a lady who walked with the help of a cane. All the seats
were occupied by elderly people. He did not stop, and his mother told him
nothing. One of the bystanders stood up so that Lady took a seat. He and his
mother followed still sitting there where the shadows are darkest omens. I got
lost among the chiaroscuro of the desperate hours of yesterday... Everything is
present in this future that we live since we're here.
domingo, 1 de marzo de 2015
Grandes soñadores, grandes luchadores...
Es una lástima que el mensaje enviado por Alberto
Mosquera haya llegado tarde... demasiado tarde. Por él nos enteramos que uno de
nuestros dilectos amigos de universidad, ha sido llevado por la parca, a donde
moran las musas que tanto siguió y cantó incesantemente. Ya el homenaje que se
le hizo pasó. No estuvimos porque nos hemos convertido en ermitaños de tanto
guardar la memoria de Zaratustra porque el águila y la serpiente anidaron en
nosotros mismos. En nuestra mente. En nuestro corazón. Nunca pasará el aprecio
que le teníamos a Cesáreo Martínez. Aquel poeta y ser humano que conocimos
cuando lo tratamos tan cercanamente en los pasadizos y la vida pletórica de
emociones de la Universidad de San Marcos... Donde solíamos encontrarnos siendo
jóvenes. Por supuesto que gozamos de Cesáreo Martínez... amistad y obra. Lo
dejamos de ver porque la vida me llevó por rumbos inesperados en el extranjero.
De vuelta, en el Perú, no supimos más de él… Un día, en un microbús inmenso, lo
encontré. Lo miré. Me miró. La sorpresa no nos dejó hablar. Su mirada fue
borrada por el silencio cuya atrocidad cercenaba el incruento tiempo cuya
muralla separaba nuestro presente, sin saber yo porqué. Nunca más supe de él.
Pasa el tiempo sin pasar. Nos damos con la sorpresa de encontrarlo, ahora,
físicamente alejado para siempre de nosotros. Mas -como siempre se dice- Chacho
jamás se alejará de nuestro recuerdo. Chacho jamás se alejará de nuestra
amistad. Chacho jamás se alejará de nuestra vida, que avanza hacia donde todos
terminan y han de terminar, lo queramos o no. Muchos miembros de esas
generaciones, con quienes compartimos la vida universitaria, han ido alejándose
ya, para siempre, de este mundo. Muchos otros le seguirán pronto... La vida es
así... La vida es así. ¿Chacho? Una de esas personas con quien estuvimos, y nos
sentimos muy cerca. ¡Él compartió tantas cosas con nosotros! Fue con él -en el
fragor de los fuegos encontrados que se encendían en San Marcos-, con quien
aprendimos que la vida es bella sólo si sabemos mirarla con los ojos de la
pasión que busca cambiar lo negativo en positivo. Sus ojos problematizados
siempre supieron ver lo bello. Belleza que supo plasmar en su obra poética. Fue
también la belleza de todos aquellos que compartían ideales, luchas y
sensaciones que llevaban a buscar el bien para el pueblo.
En la nota, que nos envía nuestro amigo Alberto
Mosquera, vemos que igualmente han desaparecido varios personajes que tuvieron
importante gravitación cuando yo estudiaba. Les perdí las huellas (y ellos
jamás supieron de las mías, presumo). La memoria me es ingrata porque he
olvidado casi todo sobre los tiempos en que mis pasos se perdían en los
claustros de San Marcos. Recuerdo, nítidamente, un personaje que tuvo importante
gravitación en la vida estudiantil de los años setenta. Orador como pocos.
Luchador como tantos de esa generación de la que él supo ser abanderado: Gróver
Gambarini. ¿Qué habría hecho Gróver si le hubiera faltado el dedo con que
acostumbraba decir sus grandes discursos? A todos ellos, a quienes recuerdo y a
quienes no (lo que no quiere decir que no los haya conocido e incluso tratado
muy cercanamente, porque si mi memoria olvida nombres puede recordar rostros, y
si olvida rostros recuerda emociones)-, a todos ellos, digo, les rindo mi
emocionado homenaje. Se lo merecen. Se merecen el reconocimiento de todos
nosotros, por su entrega honesta a los ideales que levantaron. A los ideales
por los cuales lucharon. De todos ellos se puede acertadamente decir que fueron
lo que Alberto señala: "Miembros de la joven guardia sanmarquina, grandes
soñadores y luchadores." ¡Qué se eleve el pendón de la vida hasta el punto
más alto del dolor! ¡Qué se yerga la amistad hasta donde la muerte se difumine!
¡Qué se coloquen las banderas del dolor a media asta en honor de quienes
formaron parte de la vida que nos tocó vivir! ¡Qué la bandera de la lucha siga
siempre ondeando para quienes tuvieron y tienen la honestidad que ellos
supieron tener cuando se entregaron desinteresada y plenamente a la causa que
abrazaron! ¡Sigan luchando por aquello en lo que creyeron y que los llevó a
vivir plenamente su juventud! ¡Descansen en paz…!
Buena iniciativa tuya, Gustavo Pérez, la de enviar
esos saludos a quienes se lo merecen por su pasado, que del presente no sé nada
y a muchos de ellos los desconozco por completo… pero quién sabe si yo los haya
conocido, tratado y hasta es posible que hayan sido excelentes amigos míos. Que
esas cosas me pasan frecuentemente. Una vez, caminando por los pasillos del
Palacio de Justicia, me ocurrió con una chica que fue amiga íntima mía y yo la
había olvidado, pero ella a mí no. Se molestó mucho por mi olvido. Nunca más la
volví a encontrar. Y hasta ahora no logró recordarla. Sólo sé que fue íntima
amiga mía en mis años universitarios aurorales. Lo mismo me ocurrió a mí con un
amigo íntimo que no me recordó cuando lo encontré. Por más esfuerzos que hice
para que me recuerde, pues… nada. He llegado a comprender que molestarse por no
recordar o porque no nos recuerden no vale la pena... El mundo gira gira, como
dice el tango que ha vuelto a cantar Serrat. Te agradezco, pues, Gustavo, por
la lista que nos haces llegar: son pocos pero son, como diría Vallejo. Otros
más se irán añadiendo a esa lista. Esperemos. Vemos allí a quienes estudiaron
en los sesenta y en los setenta (a los de los ochenta los desconozco), pero
faltan muchos. Aunque es meritoria la labor de ir congregándolos en esta lista.
Muchos querrán volver a ese pasado que vivieron y que les dio tantas satisfacciones.
Otros se espantarán de que se les haga recordar un pasado que quisieran
eliminar de sus vidas... Ni una ni otra cosa es posible. Siempre tendrán,
Gustavo y Alberto, nuestro agradecimiento por permitirnos volar hacia donde el
presente ya no existe. Pero que nos permite vivirlo más plenamente... de la
manera que cada uno desee o entienda. Chacho vive y podemos vivir con su obra.
Y también podemos nosotros vivir en nuestra propia obra que nadie conoce y
quienes llegaron a conocerla la olvidaron más rápidamente de lo que tardaron en
leerla.
15 de julio de 2007.
09 de diciembre de 2014.
Walter Saavedra