UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL
FACULTAD DE HUMANIDADES
FACULTAD DE HUMANIDADES
JOSÉ FAUSTINO QUEREVALÚ MIÑÁN
TESIS PARA OBTENER EL TÍTULO PROFESIONAL DE LICENCIADO
EN ANTROPOLOGÍA
EN ANTROPOLOGÍA
ASESOR DR. MARTÉ EULOGIO SÁNCHEZ VILLAGÓMEZ
LIMA, 2016
LIMA, 2016
Parte Segunda
Capítulo I: Marco teórico
1.1.
Antropología
económica
Históricamente
para la antropología uno de los principales temas de investigación ha sido
entender la relación del hombre con su medio ambiente y su actividad económica.
Este especial interés ha llevado a la antropología económica a estudiar los
procesos productivos de poblaciones dedicadas a las actividades de caza-recolección,
agricultura, ganadería y pesca.
La
antropología con el afán de analizar la dimensión económica en las
sociedades no occidentales recurrió a diferentes teóricas del pensamiento
económico occidental (como la economía clásica, marxista y neoclásica). Las
cuales afrontaron fuertes limitaciones al contrastarse con los estudios
etnográficos que identificaban una serie de instituciones sociales, políticas y
religiosas, que cumplían un rol protagónico en la producción de los medios
de vida y en la reproducción del sistema social.
Estas
contradicciones teóricas y prácticas dieron como resultado el debate entre
formalistas y sustantivistas. El cual su principal contribución radica en
proponer: cómo se debe entender el fenómeno económico en sociedades
capitalistas y precapitalistas que habitan en diferentes partes del mundo.
A partir de esta interrogante argumentan lo siguiente:
Los
formalistas (Herskovits) sostienen que la lógica racional de los individuos, en
todas las sociedades, es satisfacer sus necesidades y maximizar los medios
escasos. Concepción que los sustantivistas (Polanyi) se oponen al señalar que
en otras sociedades las racionalidades se dan por la relación entre los seres
humanos, la cultura y el medio ambiente, solo así pueden satisfacer sus
necesidades materiales y no materiales.
Esto
oriento a la disciplina a entender que la economía se puede analizar y explicar
bajo dos grande perspectivas. Primero debe ser vista como una esfera autónoma,
separada de la sociedad. Segundo como una esfera que está articulada con la
esfera social y cultural.
La
segunda propuesta no solo permitió definir y fundamentar el campo de estudio de
la antropología económica, sino que facilito la elaboración de un conjunto de
teóricas que ahondaran en el análisis de las sociedades. Dentro de las cuales
resaltan las aproximaciones teorías de la ecología cultural, el materialismo
cultural y el marxismo estructural (sin desconocer la existencia de otras
variantes), por su contribución sustancial al conocimiento de las
racionalidades económicas de los seres humanos.
A
través del tiempo estas perspectivas teóricas han servido como marco teórico
para analizar diversos temas entorno a sociedades pesqueras. Según Rubio (2000)
estos estudios se inician con la monografía de pescadores malayos de Raymond
Firth en 1946. Ya en los años 50 y 60 se registran investigaciones de J.A.
Barnes (1954), O. Blehr (1963) y F. Barth (1966), en los temas de la vida
social, roles, status y el parentesco.
Asimismo otros investigadores como W. Davenport (1954), E. Norbeck
(1954), T. Fraser (1960), L. Comitas (1962), C. Kottak (1966) y R. Kozelka
(1969), analizan el funcionamiento de las estrategias de los pescadores para
afrontar las exigencias culturales, económicas y ecológicas.
En
los años 70, se proliferan los estudios en torno a los temas de la estructura
familiar y relaciones de parentesco, la tecnología y los medios de producción,
la forma de las nuevas tecnologías, la cooperación y las actitudes de los
pescadores frente a la modernización. Un estudio relevante en esta década lo
realiza Y. Breton (1970, 1977, 1979) al enfocarse en la situación de los
pescadores ante la inserción de sistema capitalistas que va modificando y
manteniendo la pesca de bajura.
En
las décadas del 80 y 90, las publicaciones de F. Barandiarán Irízar (1980), J.
Zulaika (1981) y J.A Rubio (1994) se inclinan al estudio de los procesos de
cambio sociocultural, y en las estrategias y procesos de adaptativos. Hasta la actualidad,
emergen el interés por los estudios históricos-sociales basados en la
etnomuseología y la descripción de las tecnologías. Sin dejar de lado temas de
suma importancia como la estructura social, territorialidad, apropiación y
gestión de los recursos, turismo y conflictos ligados a los accesos de los
recursos comunes.
1.2.
Orientaciones
teóricas
El
marco teórico está conformado por las propuestas teorías del marxismo
estructural de Maurice Godelier y la teoría de la práctica de Pierre Bourdieu. Perspectivas
que sirven para el análisis del estudio de caso porque destacan la importancia
de las relaciones sociales en la estructura del campo económico.
1.2.1.
Marxismo
estructural de Maurice Godelier
A
continuación se verá las ideas centrales que propone este primer enfoque, para
luego desarrollarlo de manera pormenorizada:
Según
Molina y Valenzuela (2006) la propuesta del marxismo estructural de Maurice
Godelier es relevante porque intenta conjugar tanto el materialismo
histórico de Marx como la antropología estructural de Lévi-Strauss. En ella
plantea que la antropología económica debe descubrir las lógicas subyacentes
que determinan las condiciones estructurales e históricas (de aparición,
reproducción y desaparición) de las sociedades no occidentales. Esto se logrará
mediante la descripción del modo de modo de producción, la superestructura
ideológica y cultural.
Asimismo
Molina y Valenzuela (2006) agregan que la propuesta estructural de Godelier apunta
a seguir tres pasos: 1) identificar el modo de producción de la formación
económica y social[1], 2)
describir las características generales del modo de producción, 3) identificar
los principios estructurales. Según los autores este último punto es el
problema de la propuesta, ya que no explica cómo identificarlos.
En
concreto, Maurice Godelier (1967) define la economía como una actividad que es
realizada por conjunto de personas que pone en práctica acciones para producir,
distribuir y consumir los medios materiales, que servirán para
satisfacer necesidades individuales y colectivas. Esto sería un sistema
económico articulado por tres estructuras: producción, distribución y
consumo.
“La
actividad económica de una sociedad como el conjunto de las operaciones por las
cuales sus miembros obtienen, se distribuyen y consumen los medios materiales
para satisfacer sus necesidades individuales y colectivas, un sistema económico
es la combinación de tres estructuras, la de producción, de la distribución y
del consumo.”(Godelier, 1967:259)
Asimismo
Godelier (1987) agrega que es necesario que el sistema económico se vincule con
otras actividades de carácter familiar, político, cultural y religioso, para
que pueda funcionar. Ya que todo es parte de la organización social.
“Si lo que se produce, distribuye y consume
depende de la naturaleza y de la jerarquía de las necesidades en el seno de una
sociedad, la actividad económica está vinculada orgánicamente a las demás
actividades, políticas, religiosas, culturales y familiares que conforman con
ella el continuo de la vida de esta sociedad y los cuales proporcionan los
medios materiales a realizarse” (Godelier, 1967:261)
Dejando
en claro este punto se continuará con lo que sostiene el autor sobre los modos
de producción. Según Godelier (1980) afirma que los modos de producción son
conjuntos duales de estructuras sociales. Una parte de esta dualidad está
compuesta de fuerzas (objeto de
trabajo, medios o herramientas de trabajo, y el trabajo humano) y relaciones de producción que sirven para
organizar los procesos productivos y distribución de los bienes materiales al
interior de una sociedad. Esta ha sido referida como estructura. La otra parte,
está compuesta por relaciones sociopolíticas, jurídicas e ideológicas
concernientes a la formas de producción. A esta segunda se le asigna el término
de superestructura.
“…son conjuntos duales de estructuras sociales. Por un lado se componen
de fuerzas y relaciones de producción que organizan los procesos productivos y
la distribución de los bienes materiales en el interior de una sociedad
concreta. Por otro lado se componen de aquellas relaciones sociopolíticas,
jurídicas e ideológicas correlativas de dichas formas de producción de las
mismas”. (Godelier, 1980: 14)
Bajo
esta idea general Godelier (1980) plantea que para analizar los modos de
producción de una sociedad se debe identificar las formas de producción (caza-recolección,
agricultura, ganadería, industria u otras), ya que estas tienen diferentes
procesos de producción, pero la misma finalidad de apropiarse de la naturaleza.
Por ello para conseguirlo se combinan los factores de producción: 1) los
objetos del trabajo, 2) el propio trabajo humano, 3) las herramientas o los
medios de trabajo.
“El análisis de los modos de
producción característico de cada sociedad en particular se debe comenzar por
inventariar y estudiar las diferentes formas de producción que aparecen en ella
– caza, recolección, ganadería, artesanía, industria, etc. – lo que en cada
caso comprende procesos diferentes… cada acto de producción es al mismo tiempo
un acto de apropiación de la naturaleza, y dicha actividad se lleva a cabo
combinando tres tipos de factores de producción”. (Godelier, 1980: 15)
Según Godelier (1980) los objetos
del trabajo, pueden ser la tierra, el mar o cualquier otro recurso, donde
interviene el ser humano para desarrollar cualquier tipo de proceso productivo.
“Tierra o cualquier otro material (como
para los pescadores el agua), primario o no, que intervengan en cualquier
proceso de transformación”. (Godelier, 1980: 15). El trabajo mismo, son
las acciones humanas que se realizan en el objeto
de trabajo de forma directa e indirecta para llevar acabo los procesos de
producción. Serán directas porque no hay necesidad de utilizar herramientas, e indirectas
cuando se recurre a su uso. “La actividad
humana misma que actúa sobre el objeto de trabajo bien sea directamente, por
intermedio de los propios organismos corporales del hombre (como ocurre en la
recolección de frutos y en la caza a mano), o indirectamente, por medio de
herramientas intermedias, fabricadas o encontradas”. (Godelier, 1980: 15). Los medios de trabajo, son herramientas
o instrumentos que utiliza el hombre para realizar las actividades dentro del
objeto de trabajo. “Herramientas o
instrumentos que el hombre interpone, como vehículos de su acción entre sí
mismo y el objeto del trabajo; utiliza para ello las propiedades físicas y
químicas de determinadas cosas, haciéndolas actuar como fuerza sobre otras
cosas de acuerdo con sus propios fines”. (Godelier, 1980: 15).
Por
otro lado, ya habiendo precisado los conceptos de modos y factores de
producción, es permitente definir lo que es un proceso de producción. Según
Godelier (1974) sostiene que un proceso de producción se fundamenta en los
procesos de trabajo y en las relaciones sociales. En síntesis: en el trabajo se
establecen relaciones de producción entre productores y no productores
para controlar y/o apropiarse de los factores de producción y de los productos
del trabajo.
Godelier
(1980) precisa que las relaciones de producción son un conjunto de relaciones
sociales. Dependiendo del tipo de sociedad se reproducen bajo la forma de
relaciones de parentesco, políticas, ideólogas u otras. En el caso de
sociedades precapitalistas o tradicionales las
relaciones de parentesco juegan un papel dominante solo si estas determinan
las condiciones para la reproducción del modo de producción, el
control y apropiación de los factores de producción, y la distribución
de los productos del trabajo.
A
esto Godelier (1980) agrega que dentro de las unidades de producción, no solo
se combinan los factores de producción, sino que además los individuos establecen
las relaciones de producción. Según las actividades productivas estas pueden
variar en su composición. Pueden estar conformadas por individuos que pueden
pertenecen a una aldea, tribu, comunidad o una empresa industrial, con los
cuales estarán relacionados por lazos de parentesco, políticos, religiosos u
otros. En sociedades precapitalistas esto tipos de relaciones se
combinan y le dan al trabajo un carácter múltiple.
En
la Producción y división del trabajo. Godelier (1980) refiere que toda forma de
producción se divide el trabajo según sexo y generaciones. Determinando las
actividades y responsabilidades de cada miembro que integra las unidades de
producción. Lo señala de la siguiente
manera:
“Entre
los cazadores y recolectores las mujeres y los niños se encargan de la
recolección y la caza de animales pequeño tamaño. Esta especialización
sexual de las tareas demuestra que la cooperación entre sexos es fundamental
para la supervivencia en las sociedades primitivas, lo que clarifica uno de los
aspectos de la importancia del matrimonio y grupos familiares en dichas sociedades”.
(Godelier, 1980: 19)
Asimismo
en el trabajo existen formas de cooperación. Según Godelier (1980) las
formas simples de cooperación se dan entre los productores para llevar a cabo
el mismo tipo de trabajo. La complejidad de los trabajos definirá el tamaño del
grupo. “En las formas
simples de cooperación, los productores se reúnen entre sí para llevar a cabo
el mismo o análogo tipo de trabajo. La cooperación simple puede reducirse a
unos pocos individuos o extenderse a un grupo más amplio, según sea el tamaño y
la urgencia de la tarea”. (Godelier, 1980: 21). La reciprocidad no ritual es una forma de
intercambio por el trabajo y los servicios prestados, donde los que reciben la
ayuda no solo están obligados a devolverla, sino que deben proporcionar comida
y bebida a los participantes.
“La reciprocidad adopta formas
de intercambio más o menos equivalentes por el trabajo y los servicios prestados...
podemos observar que la obligación de “devolver en la misma medida” es muy
fuerte… en general, los beneficiarios de la ayuda reciproca proporciona comida
y bebida a los que los ayudan, pero este tipo de comida no tiene carácter
ceremonial”. (Godelier, 1980: 23)
Concluyendo
esta parte Godelier (1980) sugiere que la producción y productividad son parte
de un mismo proceso. La productividad vendría hacer una evaluación cuantitativa
del proceso de producción, tanto a nivel de producción, distribución y consumo
de los bienes y servicios producidos. “El estudio de los factores y formas
de producción en el interior de una sociedad implica necesariamente una
evaluación cuantitativa de la productividad y el rendimiento por el trabajo
realizado”. (Godelier, 1980: 25)
Con
lo que respecta a la distribución de los productos Godelier (1980) argumenta
que existen condiciones para la apropiación y usos de los productos
(bienes o servicios) en las formas de circulación. Por lo general son dos
formas de circular: una no ligada al mercado y la otra ligada al mercado.
Para
Godelier (1980) la forma no ligada al mercado implica que los productores
poseen el control directo de los factores de producción y, sobre todo, de los
productos. Existen reglas que determinan sus utilizaciones para: 1) satisfacer
necesidad de subsistencia, 2) renovar los factores de producción para mantener
la reproducción de la actividad, y 3)
desarrollar actividades culturales, religiosas, políticas u otras que
son parte de la dinámica social.
Asimismo
Godelier (1980) sostiene que la forma ligada al mercado proviene del modo de
producción capitalista. En el mercado los factores de producción y los
productos de bienes y servicios se convierten en recursos que adquieren un
valor monetario: “En modo de producción capitalista el trabajo se ha convertido
en una mercancía más por lo que todos los factores de producción pueden
circular por igual en un único mercado, calculándose su valor en términos
monetarios”. (Godelier, 1980: 92).
Por
último, concerniente al proceso de consumo Godelier (1980) indica que en sociedades
precapitalistas las unidades de consumo son las mismas que las unidades de
producción. En estas sociedades donde el parentesco predomina las
unidades serán la familia (nuclear o compuesta), tribu, clan, u otra. Son
reguladas por una autoridad social (jefe de aldea, marido con relación a la
mujer, padre con relación a los hijos) que tiene el poder para repartir y
atribuir el producto para el consumo individual y social. Sin embargo, con la
presencia del mercado no se puede obviar la participación de otros agentes que
inciden en el consumo.
1.2.2.
Teoría de la
práctica de Pierre Bourdieu
En
general esta segunda propuesta refiere que todo campo económico está
estructurado por las relaciones de fuerza que se establecen entre los agentes
participantes. Cada uno de los agentes cuenta con una cantidad de capitales que
son utilizados para controlar el campo económico y los agentes en función de sus
intereses.
Bourdieu
(2001) afirma que el campo económico tiene una estructura social determinada.
Estructura, formada por la participación de agentes y las relaciones de fuerza
que se establecen entre sí. “Los agentes – en este caso, las empresas –
crean el espacio, esto es, el campo económico, que sólo existe por los agentes
que se encuentran en él y que deforman el espacio próximo a ellos confiriéndole
una estructura determinada”. (Bourdieu, 2001: 222). Los agentes,
están definidos por el volumen y la estructura del capital que poseen. Los
agentes que cuenten con mayor tipo de capitales tendrán mayores posibilidades
de concentrar fuerza y ejercer presión y efectos sobre los demás agentes,
controlando una parte significativa del campo económico.
“Los agentes, esto es, las
empresas, definidas por el volumen y la estructura del capital especifico que
poseen, los que determinan la estructura del campo que los determina, es decir,
el estado de las fuerzas que se ejercen
sobre el conjunto de las empresas dedicas a la producción de bienes similares. Las empresas, que
ejercen efectos potenciales variables en su intensidad y dirección, controlan
una parte del campo (participación en el mercado) tanto más grande cuanto más
importante es su capital”. (Bourdieu, 2001: 222)
Asimismo,
Bourdieu (2001) señala que la fuerza asociada a un agente depende del volumen y
la estructura del capital que poseen, en sus diferentes tipos-capital
financiero, cultural, tecnológico, jurídico, comercial, social y
simbólico-pueden ser factores diferenciales de éxito que aseguren la ventaja en
la competencia dentro del campo. El agente que domine una parte
importante del capital tendrá el poder sobre el campo y los demás
agentes menos provistos de capital. Estableciendo el derecho de entrada al campo,
la distribución de las oportunidades de ganancias, las regularidades y las
reglas de juego.
“La fuerza asociada a
un agente depende de sus diferentes
cartas de triunfo, a veces llamadas strategic market asstes – factores
diferenciales de éxito(o de fracaso) que pueden asegurarle una ventaja en la
competencia - , es decir, más precisamente, del volumen y la estructura del capital que poseen, en sus
diferentes tipos: capital financiero, real o potencial, capital cultural (que
no hay que confundir con el “capital humano”), que puede especificarse como
capital tecnológico, capital jurídico y capital organizativo (incluido en él el
capital de información sobre el campo), el capital comercial, capital social y
capital simbólico”. (Bourdieu, 2001: 222)
De
manera complementaria, Bourdieu (2001) indica que el campo económico es
también un espacio de luchas, donde los agentes poseedores de diferentes recursos
se enfrentan para tener acceso al intercambio, conservar o transformar la
relación de fuerza vigente. “El campo de fuerzas es también un campo de
luchas, campo de acción socialmente construido donde agentes que cuentan con
recursos difieren se enfrentan para tener acceso al intercambio y conservar o
transformar la relación de fuerza vigente”. (Bourdieu, 2001: 227). Sin
embargo el agente dominante adoptará estrategias con la finalidad de
perpetuarse o redoblar su dominación. Por ejemplo, utilizan el capital
simbólico para desarrollar estrategias destinadas a intimidar a sus
competidores.
“Estrategias que pueden ser un mero bluff, pero creíble, y por lo tanto
eficaz, gracias a su capital simbólico… de manera general, las empresas
hegemónicas tienen la capacidad de imponer el tiempo de las transformaciones en
los diferentes ámbitos: producción, marketing, investigación, etc., y el uso
diferencial del tiempo es uno de los principales medios de su poder.” (Bourdieu, 2001: 230)
Por
otro lado, Bourdieu (2001) sostiene que la aparición de un nuevo agente
eficiente puede modificar la estructura del campo económico. En el mismo
sentido, los agentes secundarios pueden responder al agente dominante, de
manera directa bajando costos y precios, adquiriendo tecnología; e
indirectamente, reutilizando sus propias estrategias.
Finalmente,
todo agente dentro del campo es un agente social porque está dotado de un habitus
que es un principio de acción económico con sentido práctico, que está
conformado por la experiencia de situaciones constantes o recurrentes que
producen disposiciones para actuar y enfrentar situaciones similares en la
estructura social del campo económico.
1.3.
Contexto
económico de las sociedades pesqueras
El
concepto de modo de producción permite identificar las diferentes lógicas
detrás de las relaciones de producción en sociedades capitalistas y
precapitalistas. También apreciar como en la actualidad los diferentes
modos de producción precapitalistas se encuentran cada vez más
articulados al predominio del sistema capitalista globalizado.
Existen
diferencias entre los modos de producción capitalista y precapitalistas
respecto a la explotación de los recursos naturales y el empleo de la fuerza de
trabajo. Una importante diferencia entre la lógica capitalista y la
precapitalista se observa en la explotación de los recursos naturales:
mientras la primera opera a gran escala y busca maximizar sus beneficios
económicos presionando la sostenibilidad misma de los recursos naturales, la
segunda opera a menor escala y por lo general en equilibrio con sus
ecosistemas.
El
desarrollo del capitalismo y la economía de mercado generan importantes
cambios. Según Molina y Valenzuela (2006) las economías campesina locales se
encuentran dominadas por el mercado. Sociedades que operan bajo tres
principios: 1) el precio del mercado está determinado por las fuerzas
impersonales de la oferta y la demanda, 2) los vendedores y los compradores
dependen del mercado para su subsistencia, 3) los precios del mercado de los
productos finales influyen de forma crucial en las decisiones de la producción.
Hoy
en día, la expansión mundial de estos principios ha generado que el sistema
capitalista se inserte cada vez más en sectores anteriormente externos o
periféricos, como se evidencia entre sociedades de pescadores en países tan
disimiles como Malaysia, México, Guatemala, Chile y Perú.
En
Malaysia, Valenzuela, Hugo (2008) en el artículo titulado: Pescadores
malayos y su antropología económica: ecología, tecnología y productividad. Expone
una investigación que realizó a los pescadores malayos en la Isla de Pulau
Tuba, una de las tres únicas islas pobladas de las 101 que conforman el
archipiélago de Langkawi, en el Estado Kedah, Malaysia peninsular. El estudio
se basa en una muestra compuesta por 43 unidades pesqueras, un total de 86
pescadores que equivale al 43% de los pescadores de la zona.
El
artículo concluye que la sociedad de pescadores de la isla de Pulau Tuba se
encuentra en una transición socioeconómica de una economía de subsistencia a
una economía de mercado. El trance económico constriñe a la economía local
mediante los factores mercantiles: de especialización mercantil en la captura
de la gamba, una serie de factores infraestructurales, a la propia naturaleza
de la mercancía y al gusto del consumidor y su demanda.
Estos
factores mercantiles tienen un efecto perverso para los pescadores y campesinos
porque su producto tiene un valor de cambio mínimo, permitiéndoles subsistir
por debajo del nivel de renta nacional. Mientras que los beneficiados dentro de
la cadena económica son los distribuidores y mediadores, más que los propios productores.
Ello
los sitúa en una paradoja, en la que si bien es cierto esta sociedad ha dejado
atrás muchos rasgos del campesinado, sólo se ha integrado de modo imperfecto y
marginal en la economía de mercado, debido a que se ha relegado exclusivamente
a la explotación comercial de un solo recurso económico y perecedero como la
gamba.
En
México, Delgado, Claudia (2009) elaboró una tesis para optar el grado de
maestra en Antropología Social, titulada: Los pescadores de seri, yaqui y
kineños: un estudio comparativo sobre la inserción del capitalismo en tres
comunidades pesqueras en el golfo de California.
El
estudio se realizó en México, en el golfo de California, abarca las localidades
de: la Punta Chueca, El Desemboque, La Bahía de Kino, Las Guásimas de Belem.
Donde se sitúan tres comunidades pesqueras: 1) los pescadores locales de la
Bahía de Kino, 2) los pescadores comuneros indígenas de Seri, 3) los pescadores
comuneros indígenas de Yaqui.
Concluyendo
que la complejidad física y ecológica del territorio marino ha impedido que el
capitalismo se inserte directamente, en estas tres comunidades pesqueras, para
controlar los recursos pesqueros. Sin embargo por la deficiencia del sistema de
gestión de los recursos y sus instituciones (parentesco y cooperativa) lo hace
de manera indirecta a través del sistema de partes, y el control de los medios
de producción y la fuerza de trabajo.
En
Guatemala, Melendreras, Paulo (2008) realizó una tesis para optar el grado
académico de licenciatura en Antropología, denominada: El hombre y el mar
en el puerto de Iztapa, Escuintla: una mirada antropologica a la pesca
artesanal. La investigación se realizó en las costas del puerto de
Iztapa y en la costa del Océano Pacifico de Guatemala, la muestra se tomó a los
pescadores artesanales Iztapeños ancianos y adultos.
La
tesis concluye que en el puerto Iztapa conviven principalmente dos formas de
pesca: artesanal e industrial. Sector pesquero artesanal representado por los
pescadores locales, cuentan con una producción mercantil simple, es básicamente
para el autoconsumo y el comercio. El sector pesquero industrial conformado por
un pequeño grupo de empresas privadas nacionales y extranjeras, quienes
trabajan bajo la lógica de la economía de mercado donde la naturaleza es un
bien explotable y mercantilizable.
Estas
formas productivas, en mayor medida la industrial, con sus actividades de
extracción y mercantilización de bienes masivos, han ejercido una presión sobre
la vida natural, ocasionando una serie de problemas que afectan directa e
indirectamente al pescador local y a la naturaleza marino costera.
Problemas
como: la extinción de las reservas explotables de varias especies marinas y el
deterioro de la salud ecológica del sistema natural marino costero del Océano
Pacifico. Esto impacta en los pescadores artesanales, disminuye sus ingresos y
calidad de vida, se vuelven asalariados en actividades secundarias, o migran a
otros lugares en busca de empleo.
En
Chile, Neira, Paz (2005) elaboró una memoria, para optar el título de
Antropología Social, denominada: Las comunidades de pescadores
artesanales frente a la modernización: el caso de la caleta Queule. El
estudio se realizó en Chile, en la IX región de la Araucanía, caleta de Queule.
El
trabajo concluye que la inserción del capitalismo ha generado que las
comunidades pesqueras de la costa de Chile estén inmersas dentro de un proceso,
histórico, político y económico, que produce profundos cambios que afectan en
los aspectos de sobrevivencia material, identitaria, cultural y social. Sin
embargo, estos cambios impuestos deben ser cuestionados por los pescadores
locales para definir si se integran o no al modelo neoliberal.
En
Perú, García, Amelia (1999) elaboró una tesis de investigación para optar el
título profesional de licenciatura en Antropología, denominada: Pescadores
artesanales y medio ambiente en la Reserva Nacional de Paracas- Pisco, Perú.
La investigación se realizó en el distrito de Paracas, en la bahía de Laguna
Grande y Península de Paracas, ambas conforman la reserva de Paracas.
Específicamente en dos sectores de la caleta Laguna Grande: 1) Laguna Grande -
Sector Ranchería y 2) Laguna Grande – Sector Muelle. La muestra se realiza a
los pescadores iqueños y a los marisqueros pisqueños e inmigrantes.
El
estudio concluye que las sociedades pesqueras y marisqueras cuentan con una
visión holística de su universo, conciben su mundo como una sola unidad,
estableciendo una relación armoniosa entre el mundo natural y las actividades
extractivas. Resistiéndose a las economías y tecnologías depredatorías. Sin
embargo, factores externos vinculados a la modernidad, a la economía y sociedad
capitalista, cultura y producción de mercado, han originado el trastrocamiento
de la ecología y cultura de la zona de Paracas.
Este
trastrocamiento ha sido posible por las políticas económicas
liberales que el Estado Peruano ha adoptado. Como respaldar el proceso de
privatización de la zona (caletas, playas, áreas de pesca y zonas marisqueras)
para desalojar o excluir a las poblaciones locales, a cambio de sólo favorecer
las actividades e interés del sector privado empresarial. Teniendo como
resultado un etnocidio.
Esta
problemática conlleva referenciar la política pesquera que se ha ejecutado,
desde 1990 hasta la actualidad, para orientar las actividades de pesca
artesanal en Perú y los efectos que ha tenido en población pesquera. Según
Galarza y Kámiche (2015) basados en el I Censo Nacional de Pesca Artesanal
(2012) existe un promedio de 44.000 pescadores artesanales y 12.400 armadores.
Siendo la región Piura donde se registran el mayor porcentaje de pescadores:
13.248, seguida de Ica con 5.731 y por último Lima con 5.631. Agregando que es
una actividad predominantemente masculina a un 97%, donde la participación de
las mujeres es solo un 3%.
Asimismo
Galarza y Kámiche (2015) señalan que la estructura del sector pesquero nacional
está dividido en tres actividades: a) la actividad industrial, b) la actividad
artesanal y c) la acuicultura.
El
sector pesquero artesanal (a nivel nacional y regional) está sujeto a una
normatividad nacional que se rige de en función a la Ley General de Pesca
25977. Ley que determina los principios básicos relativos a los objetivos y
la base conceptual y legal del ordenamiento pesquero (Galarza y Kámiche,
2015:27)
Galarza
y Kámiche (2015) señalan que el artículo 1° tiene como objetivo normar la
actividad pesquera y promover su desarrollo sostenido. Por un lado para
asegurar una explotación racional de los recursos hidrobiológicos, que
genere alimentos, empleos e ingresos, sin dejar de preservar del medio ambiente
y la biodiversidad. Ya que son parte del patrimonio nacional y deben ser
protegidos por el Estado. Por el otro el
establecer de los principios reguladores de la actividad y las funciones que
debe cumplir del Ministerio de Producción en temas relacionados con la
conservación de los recursos y los sistemas de ordenamiento de los tipos de
pesquería.
Estos
sistemas de ordenamiento pesquero establecen las siguientes
medidas:
“las cuotas globales de
captura, las temporadas y zonas de pesca, la regulación del esfuerzo pesquero,
los métodos de pesca, las tallas mínimas de captura, y a su vez de normas que
logren que la actividad pesquera sea sostenible y garantice la preservación de
los recursos hidrobiológicos”. (Galarza y Kámiche, 2015:28)
Donde
los Reglamentos de Ordenamiento Pesquero determinan que cada sistema debe
considerar temas como:
“Régimen de acceso, magnitud del esfuerzo pesquero, cuotas de captura
permisible, características sobre la flota pesquera, tamaño mínimo de captura y
porcentajes permisibles de captura incidental de ejemplares juveniles, montos
por derechos de explotación, entre otros” (Galarza y Kámiche,
2015:29)
Asimismo
señalan que el sector pesquero debe enmarcarse bajo cuatro modalidades de
operación:
“(i) la concesión de las infraestructura estatal; (ii) autorizaciones
para realizar actividades de investigación, comercialización, incremento en la
flota o instalaciones de establecimientos industriales pesqueros; (iii)
permisos para operar con bandera peruana o extranjera; (iv) las licencias para
operar plantas de procesamiento”. (Galarza y Kámiche, 2015:28)
Según
Galarza y Kámiche (2015) el reglamento de la Ley General de Pesca contempla en
una serie de artículos y decretos supremos específicos que definen y regulan la
actividad artesanal. El artículo 20°
establece lo siguientes:
“la actividad pesquera artesanal es aquella actividad realizada por
personas naturales o jurídicas sin empleo de embarcación o con empleo de
embarcaciones de hasta 32,6 m3 de capacidad de bodega y hasta 15
metros de eslora, con predominio de trabajo manual, que tiene como objetivo
principal la extracción de recursos hidrobiológicos para atender la demanda
interna de pescado fresco y congelado”… “Asimismo debe utilizar aparejos
menores como el espinel, la beta el sardinel, etc., tiene un área exclusiva de
pesca comprendida entre la línea de costa y las 5 millas. Se puede decir
también que la pesca artesanal comprende desde una pesca de subsistencia hasta
una con niveles de organización social. El destino de la pesca artesanal es
mayormente de especies para el consumo humano directo, que terminan en los
principales mercados del país, especialmente en estado fresco.” (Galarza y Kámiche,
2015:17)
Sin
embargo señalan que en el año 2012 la Ley se modificó, a través de los D.S.
005-12-Produce y el D.S. 011-2013-Produce, para que la pesca industrial pueda
explotar el recurso de la anchoveta destinada al consumo humano. Estableciendo
que dentro de la pesca artesanal deben haber dos tipos de flota: una artesanal,
con capacidad de 10 m3, que opera solo en las 5 millas
costeras; y otra de menor escala, con capacidad de 10 y 32, 6 m3,
que podrá pesca entre las 5 y 10 millas.
El
artículo 65° que exonera de pago de derechos (concesiones, autorizaciones,
permisos de pesca y licencias) a las personas naturales y jurídicas que
efectúan la pesca artesanal. Así como
también el artículo 76° que prohíbe la utilización de aparejos de pesca no
autorizados y métodos ilícitos (explosivos, materiales tóxicos, u otros) que
atente contra el ser humano y los recursos hidrobiológicos. Y el artículo 63° señala que el Fondo
Nacional de Desarrollo Pesquero (Fondepes) es la institución encargada de:
“promover y desarrollar la construcción de la infraestructura básica y
el equipamiento para el desarrollo de la pesca artesanal, mediante la entrega
en administración de muelles o desembarcaderos; módulos de manipuleo, lavado y
fileteo de pescado; cámara de frío, camiones isotérmicos, u otros; y plantas de
procesamiento primario, entre otros” (Galarza y Kámiche,
2015:31)
A
su vez esta entidad trabaja con el Instituto Tecnológico de la Producción para
aplicar instrumentos de promoción, que brinden capacitación y asistencia
técnica en temas sanitarios y en la elaboración de productos de recursos
hidrobiológicos
Finalmente
agregan que el Gobierno nacional se encuentra en un proceso de
descentralización, transfiriendo algunas responsabilidades a los gobiernos
regionales y locales, que ayudaran al desarrollo del subsector.
Este
marco normativo cuenta con limitaciones y contracciones que vulneran la actividad
pesca artesanal en el Perú. Primero, solo se restringe a establecer criterios
técnicos de la forma de trabajo, distancias de las zonas de pesca,
características de los medios de producción, y del destino del producto.
Dejando de lado el aspecto social, cultural y económico que son parte
importante de la dinámica pesquera.
Segundo,
muchos de estos artículos que establece la Ley se quedan sin efecto al permitir
(mediante los Decretos Supremos) que las actividades de la pesca industrial se
superpongan a las actividades de la pesca artesanal. Es una contradicción
establecer la exclusividad de las cinco millas para la pesca artesanal, si
luego concederán a la pesca industrial (de menor escala) licencias para pescar
entre las cinco y diez millas, utilizando aparejos de mayor capacidad que ponen
en peligro la sostenibilidad de los recursos marinos.
Tercero,
no es solo tecnificar la pesca artesanal para una mejor industrialización de
los recursos pesqueros, sino que además se debe regular los precios del
producto en el mercado, para que los productores artesanales maximicen sus
ganancias sin llegar a la sobreexplotación de los recursos.
En
la Ley se debe incluir decretos legislativos y supremos que cuenten con
criterios socioculturales que ayuden a tener una visión integral y real de la
pesquera artesanal. Asimismo que contemplen la importancia de las sociedades
pesqueras en la producción local, como una práctica ancestral que provee
alimentos a la población nacional y que conserva el medio ambiente para las
futuras generaciones.
Si
no se toma estas consideraciones para modificar Ley de Pesca, los gobiernos y
sus instituciones, seguirán sin producir políticas efectivas que eviten la
informalidad dentro del sector. Informalidad que perjudica directamente a
las sociedades pesqueras, el ecosistema marino y la población en general.
Como
sugiere Medicina (2014) al afirmar que la desarticulación entre el Estado, la
empresa privada y la sociedad ha llevado a la pesca artesanal en el Perú a ser
un sector informal. Que prevalece el poder del mercado (a través de la
oferta y la demanda) controlando el precio producto y los ingresos del
peón-tripulante; junto a ello la escasa infraestructura restringe una adecuada
ejecución de los procesos productivos, de conservación y distribución. Han
determinado que los agentes y actores participantes no se inserten al mercado
laboral formal, que evite la pobreza en el entorno familiar, la depredación del
ecosistema marino y el decrecimiento de la productividad local.
Estas
referencias han servido para relacionar que la producción local está inmersa en
un contexto capitalista. Ya que este impacta negativamente en la producción y
reproducción de las actividades diarias de los pescadores Lobiteños. Un
contexto que articula de dos formas: la forma directa por el grupo de
comerciantes locales que controlan el producto, y la forma indirecta por la
coexiste entre las diferentes industrias (petrolera, pesquera y hotelera) y los
pescadores.
La
forma directa es mediante un grupo de comerciantes, que controla la producción
y reproducción pesquera a través del precio del producto (que está supeditado a
la ley de la oferta y la demanda). Impidiéndoles vender sus productos a otros
mercados, que les generen mayores ingresos que no estén por debajo de la renta
nacional.
La forma indirecta
se concreta cuando la industria petrolera con la instalación de plataformas en
el mar, dentro de las cinco millas, ha ocasionado que muchas antiguas zonas de
pescas se conviertan en espacios privados. Donde no se puede realizar ninguna
actividad pesquera. Además cuando en estas plataformas se producen derrames de
petróleo o fugas de gas ocasionan contaminación ambiental en sus alrededores.
Asimismo,
la industria pesquera (consumo humano) con su flota pesquera invade
constantemente las áreas de pesca artesanal. Sus actividades extractivas a gran
escala depredan las especies marinas, perjudicando la productividad diaria y
futura de los pescadores locales.
La industria
hotelera y la construcción de hoteles en gran parte de la franja costera han
convertido el espacio público en privado. Impidiendo el libre tránsito de los
pescadores para realizar sus labores, como lo hacían sus antepasados
[1] Según Molina y Valenzuela
(2006) una formación social es una entidad dentro de una frontera geográfica
que posee sus propias particularidades en el desarrollo histórico de su
estructura económica y superestructura.
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