"No es el tuyo cetro de oro / de brillo y de pedrería, / es un cetro más sublime / hecho de luz y armonía. // Tu reino no es grandezas / de vanidad ni ambiciones, / más excelsa es tu realeza / !reinas en los corazones!" Dos estrofas de la composición "Alondra" con que Amparo Baluarte honró a Jesús Vásquez el 5 de mayo de 1941 (Dario Mejiía)
“Ella tuvo una voz tradicional y un estilo sumamente personal. Nunca necesitó imitar a nadie. Fue siempre una dama, hecha de madera antigua. Siempre la admiré mucho”. (Cecilia Barraza).
Ha muerto una cantante que vivió en el corazón del pueblo. Ha muerto aquella mujer cuya voz penetró hasta los más oscuros rincones de la tristeza para disolverla en estallidos de alegría. Ha muerto quien supiera acercarse al Perú por los más asaeteados senderos de la canción popular.
Murió ya quien desde los más sencillos comienzos de una vida rutilante jamás dejará de sonreír a pesar de los momentos aciagos que debía vivir… que ha tenido que vivir, como han vivido –y viven- los artistas nacionales. Nos ha dejado quien por sus dotes y dones fuera llamada simplemente "reina y señora". ¿Adónde iremos a buscarla ahora que se ha ido al país de nunca jamás?
Sus últimos tiempos estuvieron caracteri
zados por la penosa enfermedad que padecía, enfermedad que no pudo derrotar su afán de entrega porque siempre estaba pensando en su público, siempre anhelaba subir a los escenarios, siempre buscó darle a su público ese corazón que, de tan inmenso que era, no podía caber en su pecho.
Muchas necesidades padeció durante su vida pero siempre siguió llevando su arte a quienes la adoraban.
Nos ha dejado Jesús Vásquez, la mujer que paseó orgullosa su arte -y al Perú- por los escenarios internacionales más diversos y supo acercar la patria en su voz preciada a aquellos peruanos que se encontraban fuera, especialmente quienes no podían regresar por razones que todos conocen...
Se ha ido la cantante que sonreía incluso en su mayor tristeza porque sabía que su papel era entregarse a los demás y hacer de su
arte una fuente inagotable de alegría para sus admiradores.
No hace mucho nos abandonó otro cantante de gran valía también: Arturo "Zambo" Cavero. Ellos dos se habrán juntado a la pléyade de artistas peruanos que se fueron antes y que estarán haciendo una fiesta eterna en aquellos lugares donde van quienes se fueron.
Chabuca Granda y Felipe Pinglo estarán componiendo para ellos sus más bellas melodías y se regodearán escuchándolos cantarlas. Lucha Reyes, aquella Morena de Oro que supo cantar su última canción, les estará contando que para un artista jamás habrá una última canción, jamás. Y todos juntos irán a visitar a Juan Gonzalo Rose para cantar con sus voces los poemas más bellos que este tacneño supo componer.
La querida cantante durante los últimos meses sufrió recaídas por
una neumonía y el Alzheimer. Había sido operada en la clínica Maison de Santé de obstrucción intestinal y estuvo varias semanas internada. Falleció a los 89 años de edad. Sus restos se velan en el Museo de la Nación y serán enterrados en el cementerio Presbítero Maestro.
Jesús Vásquez nace un 20 de diciembre de 1920, en Lima. Comienza a cantar a los 18 años, en febrero de 1939 en la Radio Greyeaux (ya desaparecida). Dos meses después será llevada a Radio Goycochea por el empresario Sierralta. Se consagra cantando "El plebeyo" de Felipe Pinglo -fallecido poco tiempo antes- en el Teatro Segura en un homenaje a Pinglo.
Pedro Espinel, compositor, la lleva al Centro Musical Felipe Pinglo, de los Barrios A
ltos. Ese mismo año de 1939, los radioescuchas la eligen "Reina y Señora de la Canción Criolla" en un concurso organizado por la revista "La Lira Limeña". Participa en la película peruana "El Gallo de mi Galpón". Comienza a cantar en Radio Nacional, Radio Victoria y Radio Lima como figura central de sus emisiones estelares diarias. Realiza giras por todo el país.
En 1944 viaja a Buenos Aires grabando en "Odeón", bajo la dirección musical de Jorge Huirse los temas "Todos Vuelven", "Cholita", "Secreto", "El Plebeyo", "No Quiero Volver a Querer", "Morropón de San Miguel", etc. Vienen las giras mundiales y su total consagración.
Recibe la Orden del Sol y las Palmas Magisteriales y en junio de 1987 la OEA la declaró Patrimonio Nacional de América.
Su familia está impulsando la Asociación Cultural Musical Jesús Vásquez y en mayo del 2009 ha inaugurado la Casa Museo de la artista, en la avenida Libertad 645 (San Miguel), donde se exhibe su discografía, así como fotografías, diplomas y objetos personales.
Descansa en paz Jesús Vásquez, Reina y Señora...
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