Una marcha realizada hace poco en la universidad nacional Mayor de San marcos por algunos alumnos y ex reclusos por terrorismo –que ya, según se informa, han sido identificados- a favor de la liberación de Abimael Guzmán, ha sido magnificada y se clama por la represión contra personas que no han expresado sino su deseo de que alguien salga de la prisión. Se les acusa de apología del terrorismo.
Se les persigue por las ideas que expresan y luego se dice que hay libertad de ideas. Luego claman que nadie reprime las ideas pero se pide encarcelar a esas personas por pedir algo, no por atentar contra algo. Es evidente que el delito es pensar, no hacer. El delito es hablar, es pensar, no es hacer algo que atente contra la libertad, la propiedad o la vida de las personas.
Han salido taciturnamente muchas personalidades del mundo político, para clamar que se intervenga en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, que se reprima a estos sectores porque, según señalan, en la universidad se está haciendo apología del terrorismo. El Presidente ha salido también a decir que intervendrá la Universidad, que no le temblará la mano para hacerlo. Todas esto tiene más de fantasmagoría que de realidad.
Hemos observado varias veces el video de la famosa marcha, y hemos podido constatar que casi no se ve nada, que todo está borroso. Y eso es para algunas personas seguramente muy conveniente porque la marcha, así vista, nos remite claramente a las famosas marchas que los senderistas acostumbraban hacer en prisión cada día expresando su adhesión a su organización terrorista algo antes de lo que se conoce como la “matanza” de los penales.
El abogado y periodista Jaime del Castillo ha manifestado –en tono muy duro- que todo esto no es más que un tinglado electoralista. Y no le falta razón al agudo periodista para manifestar esto. Otras personas hablan de que todo eso se trataría de un “sicosocial” bien montado.
Este es un momento preelectoral en la nación y es, también, un momento específico en que se producen las elecciones para elegir nuevas autoridades en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde algunos sectores claman que se está haciendo fraude. La lucha es muy dura.
Esta denominada marcha pro-senderista, que en realidad es solamente un clamor por la liberación de completamente derrotado Abimael Guzmán -jefe mítico de un senderismo ya extinguido-, ha sido magnificada por casi todos los medios de comunicación.
Los remanentes de integrantes senderistas que quedan actuando, no son ya lo que fueron ni forman parte de la organización que antes existió estando libre este Abimael Guzmán que nunca más volverá a ser lo que fue ni podrá contar con el aparato organizativo que tenía porque ya se han desbandado y muchos de ellos han cambiado hasta de ideas. En los penales buena cantidad de los que fueron senderistas así lo manifiestan abiertamente.
Los testigos de la mencionada marcha han manifestado que fue una marcha de unas treinta personas. Pero el caso es que nunca antes los medios se habían ocupado de dar tanta cobertura a un acontecimiento como éste, de tan pocas personas y de ninguna importancia.
¿Por qué ahora se promueve el conocimiento nacional de un movimiento que antes se mantuvo en el más completo silencio? ¿Por qué se le da tanta publicidad? ¿Por qué el Presidente y sus ministros salen a declaran mostrándose indignadísimos, por algo que no vale la pena? Si fueran un peligro no se hablaría en absoluto, eso es evidente. La historia de la lucha anticomunista así lo demuestra, puesto que se arremetía contra aquello que tuviera un mínimo parecido con los comunistas, cometiéndose “errores” que no tienen nombre. Las historias de muchos lugares donde actuaba el senderismo así lo dan a conocer.
El famoso librero Juan Mejía Baca contaba, en un libro, que en los años sesenta se reprimía incluso a quienes tenían algún libro que llevaba tapa roja, porque ese era el color del “libro rojo” de Mao Zedong… Lo curioso era que en algunos sectores evangélicos la Biblia llevaba pasta roja, siendo quemados esos libros sagrados junto con los demás libros de similar pasta. Además, quien se viera con barba parecida al Che Guevara era encerrado, sin preguntas, y esos nada tenían que ver con política. Quien ha estudiado en San Marcos conoce esas y otras historias más que Rocío Silva Santisteban se encarga de recordárnoslas.
Muchas personas de esta Universidad han manifestado que los actuales estudiantes sanmarquinos son políticamente apáticos. ¿Quizás porque saben que no reaccionará sino un pequeño grupo, si es que reacciona, es que hacen todo esto? ¿De dónde surge realmente la provocación? Para muchos sectores esta marcha es muy conveniente en términos electorales, tal como lo ha manifestado Jaime del Castillo con palabras muy duras pero plenas de sentido.
Darle tanta cobertura a una marcha cuyo origen real no se conoce, está simplemente fuera de la realidad. Esa podría ser una marcha realmente senderista, pero podría ser también una marcha organizada por gente que quiere utilizar el cuco senderista para salir en los medios y mostrarse como abanderada en la defensa contra una amenaza que no existe. Puede ser una utilizada como una excusa para aniquilar, para hacer desaparecer completamente, toda oposición.
Publicamos un trabajo que ha salido publicado en el diario “La República”, trabajo que echa mucha luz sobre este problema. Rocío Silva Santisteban, la autora, precisa, con la claridad que la caracteriza, lo que está sucediendo alrededor de este fenómeno insólito.
¿Apología del terrorismo? Nadie sabe exactamente qué es esa apología. Así como se ha utilizado este término “apología”, y se le utiliza ahora, no es sino una forma de hacer ver a todo el mundo que si se atreven a hablar siquiera en algo remotamente relacionado con lo que decía Abimael, sin ser igual, estarán haciendo una apología que nadie sabe qué es.
Por eso es que un diario señalaba que es marcha comenzó después de un evento relacionado con José Carlos Mariátegui que no tiene nada que ver realmente con Sendero Luminoso pero esto lo utilizaron para justificar su demencial arremetida contra todo lo que se les opusiera.
Esa gente –la que hizo la marcha- ni siquiera está hablando de hacer la "guerra" ni nada por el estilo. Está pidiendo la liberación de Abimael Guzmán. Un Guzmán completamente aniquilado políticamente.
Se les persigue por las ideas que expresan y luego se dice que hay libertad de ideas. Luego claman que nadie reprime las ideas pero se pide encarcelar a esas personas por pedir algo, no por atentar contra algo. Es evidente que el delito es pensar, no hacer. El delito es hablar, es pensar, no es hacer algo que atente contra la libertad, la propiedad o la vida de las personas.
Han salido taciturnamente muchas personalidades del mundo político, para clamar que se intervenga en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, que se reprima a estos sectores porque, según señalan, en la universidad se está haciendo apología del terrorismo. El Presidente ha salido también a decir que intervendrá la Universidad, que no le temblará la mano para hacerlo. Todas esto tiene más de fantasmagoría que de realidad.
Hemos observado varias veces el video de la famosa marcha, y hemos podido constatar que casi no se ve nada, que todo está borroso. Y eso es para algunas personas seguramente muy conveniente porque la marcha, así vista, nos remite claramente a las famosas marchas que los senderistas acostumbraban hacer en prisión cada día expresando su adhesión a su organización terrorista algo antes de lo que se conoce como la “matanza” de los penales.
El abogado y periodista Jaime del Castillo ha manifestado –en tono muy duro- que todo esto no es más que un tinglado electoralista. Y no le falta razón al agudo periodista para manifestar esto. Otras personas hablan de que todo eso se trataría de un “sicosocial” bien montado.
Este es un momento preelectoral en la nación y es, también, un momento específico en que se producen las elecciones para elegir nuevas autoridades en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde algunos sectores claman que se está haciendo fraude. La lucha es muy dura.
Esta denominada marcha pro-senderista, que en realidad es solamente un clamor por la liberación de completamente derrotado Abimael Guzmán -jefe mítico de un senderismo ya extinguido-, ha sido magnificada por casi todos los medios de comunicación.
Los remanentes de integrantes senderistas que quedan actuando, no son ya lo que fueron ni forman parte de la organización que antes existió estando libre este Abimael Guzmán que nunca más volverá a ser lo que fue ni podrá contar con el aparato organizativo que tenía porque ya se han desbandado y muchos de ellos han cambiado hasta de ideas. En los penales buena cantidad de los que fueron senderistas así lo manifiestan abiertamente.
Los testigos de la mencionada marcha han manifestado que fue una marcha de unas treinta personas. Pero el caso es que nunca antes los medios se habían ocupado de dar tanta cobertura a un acontecimiento como éste, de tan pocas personas y de ninguna importancia.
¿Por qué ahora se promueve el conocimiento nacional de un movimiento que antes se mantuvo en el más completo silencio? ¿Por qué se le da tanta publicidad? ¿Por qué el Presidente y sus ministros salen a declaran mostrándose indignadísimos, por algo que no vale la pena? Si fueran un peligro no se hablaría en absoluto, eso es evidente. La historia de la lucha anticomunista así lo demuestra, puesto que se arremetía contra aquello que tuviera un mínimo parecido con los comunistas, cometiéndose “errores” que no tienen nombre. Las historias de muchos lugares donde actuaba el senderismo así lo dan a conocer.
El famoso librero Juan Mejía Baca contaba, en un libro, que en los años sesenta se reprimía incluso a quienes tenían algún libro que llevaba tapa roja, porque ese era el color del “libro rojo” de Mao Zedong… Lo curioso era que en algunos sectores evangélicos la Biblia llevaba pasta roja, siendo quemados esos libros sagrados junto con los demás libros de similar pasta. Además, quien se viera con barba parecida al Che Guevara era encerrado, sin preguntas, y esos nada tenían que ver con política. Quien ha estudiado en San Marcos conoce esas y otras historias más que Rocío Silva Santisteban se encarga de recordárnoslas.
Muchas personas de esta Universidad han manifestado que los actuales estudiantes sanmarquinos son políticamente apáticos. ¿Quizás porque saben que no reaccionará sino un pequeño grupo, si es que reacciona, es que hacen todo esto? ¿De dónde surge realmente la provocación? Para muchos sectores esta marcha es muy conveniente en términos electorales, tal como lo ha manifestado Jaime del Castillo con palabras muy duras pero plenas de sentido.
Darle tanta cobertura a una marcha cuyo origen real no se conoce, está simplemente fuera de la realidad. Esa podría ser una marcha realmente senderista, pero podría ser también una marcha organizada por gente que quiere utilizar el cuco senderista para salir en los medios y mostrarse como abanderada en la defensa contra una amenaza que no existe. Puede ser una utilizada como una excusa para aniquilar, para hacer desaparecer completamente, toda oposición.
Publicamos un trabajo que ha salido publicado en el diario “La República”, trabajo que echa mucha luz sobre este problema. Rocío Silva Santisteban, la autora, precisa, con la claridad que la caracteriza, lo que está sucediendo alrededor de este fenómeno insólito.
¿Apología del terrorismo? Nadie sabe exactamente qué es esa apología. Así como se ha utilizado este término “apología”, y se le utiliza ahora, no es sino una forma de hacer ver a todo el mundo que si se atreven a hablar siquiera en algo remotamente relacionado con lo que decía Abimael, sin ser igual, estarán haciendo una apología que nadie sabe qué es.
Por eso es que un diario señalaba que es marcha comenzó después de un evento relacionado con José Carlos Mariátegui que no tiene nada que ver realmente con Sendero Luminoso pero esto lo utilizaron para justificar su demencial arremetida contra todo lo que se les opusiera.
Esa gente –la que hizo la marcha- ni siquiera está hablando de hacer la "guerra" ni nada por el estilo. Está pidiendo la liberación de Abimael Guzmán. Un Guzmán completamente aniquilado políticamente.
Ellos -y cualquier persona- pueden pedir la liberación de quien sea. Es un derecho legítimo. No es un delito, ni siquiera contemplado en la ley de apología del terrorismo: nadie sabe qué es “apología” en esa ley, ni a nadie le importa a lo que se refiere. Es una lucha contra el idioma y el significado histórico de esta palabra… y no es el único caso, ni somos tampoco el único país que hace esto.
Por todo ello es que se han levantado indignadas voces, de todos los puntos de vista políticos, protestando contra la amenaza de intervención de la Universidad, tomando como pretexto algo que ninguna importancia real tiene.
Se clama que esto no es un atentado contra la libertad de ideas, sólo que no se puede hablar libremente de lo que a muchos seguramente no le conviene en esta época de lucha pre electoral.
Es cierto que hay libertad de opinión pero no se puede pedir la libertad de Abimael guzmán, dice un medio de comunicación. Es lo que dicen los políticos. Se azuza el odio entre la gente. Se apela a la irracionalidad que terminaría haciendo que la intolerancia en el pensamiento político se entrone en este país, que no solamente en la Universidad mencionada. Se habla de un pequeño grupo pero ¿se pretende reprimir indiscriminadamente como muchos señalan…?
Pero los dejamos ya con el hermoso y esclarecedor escrito de rocío Silva Santisteban.
http://www.scribd.com/full/33343642?access_key=key-2css61z5blgo2c8e2fuh
Por todo ello es que se han levantado indignadas voces, de todos los puntos de vista políticos, protestando contra la amenaza de intervención de la Universidad, tomando como pretexto algo que ninguna importancia real tiene.
Se clama que esto no es un atentado contra la libertad de ideas, sólo que no se puede hablar libremente de lo que a muchos seguramente no le conviene en esta época de lucha pre electoral.
Es cierto que hay libertad de opinión pero no se puede pedir la libertad de Abimael guzmán, dice un medio de comunicación. Es lo que dicen los políticos. Se azuza el odio entre la gente. Se apela a la irracionalidad que terminaría haciendo que la intolerancia en el pensamiento político se entrone en este país, que no solamente en la Universidad mencionada. Se habla de un pequeño grupo pero ¿se pretende reprimir indiscriminadamente como muchos señalan…?
Pero los dejamos ya con el hermoso y esclarecedor escrito de rocío Silva Santisteban.
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