El pensamiento filosófico que se contiene en el inmortal libro de Miguel de Cervantes llamado "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha", llega a América, no solamente con los ejemplares que se envían poco después de ser impreso, sino que llegan con los mismos manchegos que están presentes en nuestro país desde los primeros instantes en que los españoles ponen sus pies en estas tierras, desde el mismo instante en que sus barcos nevegan en nuestros mares.
Don Quijote de la Mancha es un personaje que los manchegos han hecho representativo de su ser más puro e inmenso, personaje que se reclama, orgullosamente, descendiente de los godos, como es indudable que fue también Cervantes.
Don Quijote de la Mancha es un personaje que los manchegos han hecho representativo de su ser más puro e inmenso, personaje que se reclama, orgullosamente, descendiente de los godos, como es indudable que fue también Cervantes.
Los peruanos tenemos mucho de manchegos, mucho de Don Quijote, que no solamente de españoles (que aunque se puedan identificar históricamente, no son lo mismo, dada la diversidad de características étnicas existentes en la historia y la vida actual de España) . Si existe, entre nosotros, quienes reniegan de su pasado manchego, porque reniegan de lo que los españoles hicieron en estas tierras, si algunos ven al manchego Diego de Almagro como los mismos ojos que ven al extremeño -partidario y representante de Carlos V- Francisco Pizarro, es cuestión de cada uno.
No justifico las acciones criminales que se hicieron, pero tampoco rechazo todo lo que vino del otro lado del charco simplemente porque vemos la historia con ojos que no son los estrictamente científicos.
Amar nuestro pasado prehispanico, no quiere decir -no necesariamente- renegar de nuestro pasado hispánico. Comprender uno y renegar sin comprenderlo al otro, es algo que no se puede hacer, si se quiere conocer y explicar nuestra historia, aquella historia que se contiene, no solamente en la vida y las acciones de los españoles, sino aquella historia que nos dan en sus escritos, en sus crónicas...
Este texto de filosofía de Francisco Insua Rodríguez nos acerca a un personaje entrañablemente cercano a nosotros, que amamos nuestro pasado prehispanico mochica-chimu, en nuestro caso personal: no somos incas, no lo fuimos nunca, los incas nos dominaron, aunque jamás dejaremos de reconocer la relevancia de los incas y sus descendientes directos. No podemos ignorar nuestro pasado hispánico manchego, nuestro pasado africano, nuestro pasado chino, nuestro pasado alemán, nuestro pasado filipino y todo aquel otro personaje que se metió entre nuestros antepasados y nuestra ignorancia los cubre por completo.
Amar nuestro pasado prehispanico, no quiere decir -no necesariamente- renegar de nuestro pasado hispánico. Comprender uno y renegar sin comprenderlo al otro, es algo que no se puede hacer, si se quiere conocer y explicar nuestra historia, aquella historia que se contiene, no solamente en la vida y las acciones de los españoles, sino aquella historia que nos dan en sus escritos, en sus crónicas...
Este texto de filosofía de Francisco Insua Rodríguez nos acerca a un personaje entrañablemente cercano a nosotros, que amamos nuestro pasado prehispanico mochica-chimu, en nuestro caso personal: no somos incas, no lo fuimos nunca, los incas nos dominaron, aunque jamás dejaremos de reconocer la relevancia de los incas y sus descendientes directos. No podemos ignorar nuestro pasado hispánico manchego, nuestro pasado africano, nuestro pasado chino, nuestro pasado alemán, nuestro pasado filipino y todo aquel otro personaje que se metió entre nuestros antepasados y nuestra ignorancia los cubre por completo.
Así como ni renegamos ni rechazamos lo inca (solo decimos que no somos inca), parte importante de nuestra historia, tampoco renegamos ninguna otra parte conformante de nuestro presente por estar en nuestro pasado.
Todo esto hace que este texto de filosofía -la filosofía es parte importante de nuestra profesión desde sus orígenes-, sobre don Quijote, cobre importancia para quienes creemos no estar ajenos de las andanzas y vivencias del inmortal personaje que siempre ha estado más cercano a nosotros de lo que imaginamos. Este personaje de Miguel de Cervantes, es inmortal porque don Quijote vive en nosotros, descendientes de los manchegos... aunque muchos estemos renegando de lo español.
Todo esto hace que este texto de filosofía -la filosofía es parte importante de nuestra profesión desde sus orígenes-, sobre don Quijote, cobre importancia para quienes creemos no estar ajenos de las andanzas y vivencias del inmortal personaje que siempre ha estado más cercano a nosotros de lo que imaginamos. Este personaje de Miguel de Cervantes, es inmortal porque don Quijote vive en nosotros, descendientes de los manchegos... aunque muchos estemos renegando de lo español.
Walter Saavedra.
http://www.scribd.com/full/38136022?access_key=key-1kphlvytsyxs1js3jcrl
El Quijote, Guerra y Paz... de Pedro Insua
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